
Suena el despertador
otra vez de madrugada;
avisa al trabajador
que hoy empieza otra jornada.
Va bajando la escalera,
con esa tos de tabaco...
se le va la vida entera
si llega tarde al trabajo.
La angustia del día a día,
la ansiedad y la rutina;
es la triste melodía
del paro, hipoteca y ruina.
Y sueña el trabajador,
con su estrés y su sofoco,
con otra vida mejor
mientras corre como loco.
Sueña que es jefe, cantante,
general, embajador...
Personaje muy importante,
entre todos ¡el mejor!
Pues que soñar cuesta poco,
elije el mayor linaje,
metiendo su personaje
en este mundo de "locos".
Ya en su trabajo el obrero,
comenzaba su labor;
le dice a su compañero:
-tengo una vida mejor-.
¡tengo la vida que quiero!
El otro no entiende nada,
le mira desconcertado,
y dándole una palmada
responde: ¡qué habrás soñado!
... Y siguen con su jornada.
*Rafael Blanco*
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